Valie Export’s performance Actionpant: Genital Panic (1969)

jueves, 25 de septiembre de 2008

Cadáver exquisito en la clase de pruebas

Es que no soy yo
(dos cervezas)
Tula
Como plantas hidropónicas
Saltando, saltando, triste, saltando
Las pulgas
¡Oh! se oye un grito
"'¡Cómo me dejas...
como me dejas!"
El índice de comprensión verbal de las ratas
Ahora ya,
En otros tiempos
La muerte
Books of saturday
Andesubida
En fin, algunos se sientan
Y esperan morir

No fluye

Es la tercera o cuarta vez en la semana que entro a este blog queriendo escribir algo y no fluye. Creo que el hecho de haberle puesto nombre a la voz a mano y a la voz a teclado hizo que pudiera distinguirlas y ahora ya no me guste la última de estas. Tal vez cohibí la parte de mí que decidió entrar en el juego de los blog y escribe para que cualquiera pueda verlo... Releí un par de veces los post que tengo aquí y sentí que ya ninguno tenía lo que en un inicio me motivó a publicarlos. No estoy segura de que esta impresión sea producto del contexto ya que siento que estoy particularmente optimista y hasta he colgado una pintura que me describe en estos minutos. Creo que entro nuevamente en el círculo, el de repensar hasta hacerle hueco a la idea. Hay cosas que no se deben pensar tanto, se es y ya y el ergo sirve, por qué no. De todos modos ahora me veo aquí, a modo terapeutico, publicando algo más.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

He vuelto

Creo que es preciso escribir antes que se acabe otro mes y parezca que no he tenido de qué escribir en el último tiempo. Es bueno informar que he sobrevivido a casi dos meses fuera de mi hogar, de mi capullo-seguro que cada vez soporto menos, no por ser incómodo o por aburrirme, sino por la necesidad de “estar en ruta” que me carcome en los últimos años. Tal vez el julio y agosto pasado fueron los meses en los que he escrito más en el año. Si no es así, han sido en los que más he sentido ese impulso en las entrañas, esófago, garganta, ojos y sien, que me lleva a querer escribir de inmediato en donde sea. Supongo que las circunstancias de un viaje y la novedad a cada minuto nos llevan a despertar este tipo de reacciones físicas. Pero bueno, no estaba en un lugar tranquilo y fijo para meterme unas horas a la computadora a escribir. Lo más probable es que sea por ese afán mío de tratar de mantener no solo lo que escribo con puño y letra sin modificaciones sino que trato de mantener el instante, tiempo y espacio en el que nacen mis ideas. Siento que la voz con que escribo en el blog no es la misma voz con la que escribo a mano y en papeles reciclados. Es la voz eléctrica versus la acústica. Ambas tienen su "swing" y están atadas a la circunstancia y al humor que tenga para comunicar o plasmar mis ocurrencias.

Acabo de notar que solo han pasado dos semanas y media desde que llegué de viaje. Hasta hace unos minutos pensé que había pasado más de un mes pero no, no cumplo las tres semanas de estar en Lima y ya me quiero ir de nuevo. Ahora que mato gente es necesario buscar nuevas personas en otro lado, en otros países. Ayer en el lonche con mi mamá le dije... mami... sabes a dónde me quiero ir? Eso bastó para que dejara el café con leche a un lado y me mirara con esos ojos de "chimpancé enloquecido" y me dijera... Ya te quieres ir?, acabas de llegar! Me dio pena que sintamos diferente el paso del tiempo. Para mí han sido unos meses ya de estar aquí y para ella solo dos semanas. Pero bueno así es. Me quiero ir, me quiero ir, me quiero ir. Beetlejuice, beetlejuice, beetlejuice. Adoro a mi familia y son los que más pienso cuando estoy de viaje. No solo escribo para mí sino para ellos también aunque no les muestre nada. "Ingrata como una gata" me dice mi abuela paterna cuando la voy a visitar y obviamente me siento menos gata que ingrata aunque dé lo mismo. Y así, paso por momentos de "limbo" como dice mi buen amigo Potrillo. Arriba ven el fútbol y yo en el limbo, hay una guerra y yo en el limbo, mi otra abuela tiene cáncer y yo en el limbo, invento una canción y yo en el limbo, tengo un dedo adormecido hace 2 semanas y yo en el limbo, el tiempo pasa y yo en el limbo, mato y se suicida gente y yo en el limbo, yo en el limbo y yo en el limbo, es como todo, es como mirar un espejo contra otro espejo.

No quiero sonar "emo" (ya que está de moda esto de siembra un libro, ten un árbol, escribe un hijo y mata un emo) con esto del limbo. Me río todos los días y puedo hacer bromas y estar de buen humor, no jodo con malos humores o caras largas y eso hasta cierto punto me parece positivo y destacable. Solo creo que he descubierto que mi lugar no es un lugar específico, ni aquí ni allá, creo que mi lugar es un espacio más bien dinámico. Al menos lo siento así ahora, en este momento y tal vez luego crea que exageraba al escribir esto.

Tengo demasiadas cosas para contar sobre mi viaje. He estado pensando reivindicar julio transcribiendo escritos de mi cuaderno; lo haré si me acuerdo o si en un arranque no me da vergüenza compartirlo. Me prometo escribir sobre las cosas que recuerdo de los países que visité. Creo que ahora cuando describa los lugares, la esencia particular que de cada uno de ellos me motivaba a escribir, se verá mezclada con una esencia conjunta del sabor de todo el viaje. Caminos, fuentes, jacarandás floridos, nueces recogidas, mate, bombilla, parques, amigo, pies, macguiver, canciones, verdes, panes, paros, burilado, masa, estaciones, ferias, el amarillo, siesta, gente, queso, juegos de lógica, San Lorenzo, confesiones, harina, recuerdos, teleféricos y elaboraciones, cosas así.