Hoy pensé en ti, Rosa. -hoy
Tu rostro embutido.
Lloras y solo pasa que se humedece todo.
Sólo eso Rosa.
Ni me da pena tu hijito.
No sé quien eres
Tu tono no se filtra,
No como la rabia de Melo, -O sus puños-
No como el patetismo de Isabel y su secuestro.
Ni siquiera como el sexo ardiente de Shila.
Quién eres, Rosa.